miércoles, 27 de mayo de 2009

Sobre mitos y leyendas

Cualquiera que haya encendido un televisor o haya leído un periódico en las últimas dos semanas sabrá que está de moda hablar de la clase artística del país y de la televisión puertorriqueña. En otras palabras, los cuatro gatos de siempre intentan hacer ruido y se indignan ante la muerte de la genial programación local. Ante esta situación, lo mejor es aclarar las cosas en pos de evitar discusiones innecesarias: Puerto Rico no tiene televisión local.
Puerto Rico no lo hace mejor y no vive del turismo. Puerto Rico sólo tiene cuatro gatos reciclando las mismas novelas e intenta hacer pasar eso por literatura. Puerto Rico no tiene industria cinematográfica y el teatro es un pez agonizando fuera del agua. Los puertorriqueños, en su inmensa mayoría, se maman con felicidad plena cualquier bazofia hollywoodense que le pongan en los cines y devora sólo pseudoliteratura (o literatura light, que suena más bonito). La misma sarta de imbéciles consumidores que han colocado en el estrellato a figuras tan diversas como Silverio Pérez, la Taína y Tavín Pumarejo, los mismos que compran libros de autoayuda pero jamás leerían un escritor puertorriqueño, los mismos que idolatran boxeadores, reggaetoneros, putiflejes televisivas y políticos sin cerebro... ahora se quejan de que no hay televisión boricua.
¿Cuándo fue la última vez que no recurrió una comedia boricua al chiste mongo, burdo y facilón? ¿Cuándo fue la última vez que se escribió un guión meridianamente original para un programa local? ¿Cuándo fue la última vez que cambiar el canal para ver otra cosa no fue la mejor opción en lo que respecta a los llamados canales locales? Me parece que el dictamen sobre lo negativo que es el deceso de las producciones locales es un poco acelerado: debemos esperar un poco para ver si en realidad es el fin de algo que valdría la pena no perder. En mi opinión, poco se debe llorar la pérdida de algo que nunca sirvió de mucho.
¿Y qué hacemos con todo ese "talento" desempleado? Bueno, Puerto Rico tampoco tiene agricultura porque falta mano de obra...

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