domingo, 13 de octubre de 2013

Buscapié: Litertortura



Litertortura

Gabino Iglesias

            Hace casi un año se publicó mi primer libro, Gutmouth. Parte de una competencia, el libro pertenece al género bizarro, un animal literario que critica y se ríe desde el espacio que se abrió a golpes la literatura posmoderna. Como buen puertorriqueño, el día que el libro salió al mercado una voz en mi cabeza dijo "Tranquilo, el apoyo boricua es incondicional". Boxeadores, reinas de belleza, cantantes, y una larga línea de etcéteras lo demuestran. Por desgracia, nadie me dijo que eso no le aplicaba a los escritores.

            Para regar la voz escribí correos a los medios. La voz me aseguraba que me harían caso. A los críticos culturales nadie los ignora porque temen caer en su mirilla, me decía la voz...y mentía. La mitad de los correos no recibieron respuesta. Algunos recibieron respuestas tristes: cada vez se publican menos artículos sobre libros. Yo insistía. La carrera de Jovani Vázquez ocupa a los periodistas culturales. Yo intentaba controlar mi cinismo. La voz callaba.
           
            Me llegaron mensajes de escritores boricuas. Me explicaban que sus libros se habían ahogado en silencio, que los había arrastrado el olvido al rincón más recóndito de la nada. Compartíamos la pérdida de lectores. La voz me ignoraba si le preguntaba por qué la crítica estadounidense abrazaba mi libro y la de mi patria no. En febrero salió la versión digital del libro y la voz revivió. Me enseñaba artículos sobre la popularidad de los "ebooks". No pasó nada. "Oye", decía la voz, "por lo menos a Eduardo Lalo lo quieren en Venezuela, piensa en eso".   

            Gutmouth fue nominado al Wonderland Book Award, un premio anual que se otorga a la literatura anómala, sucia, inusual, peligrosa. La voz y yo nos negábamos a aceptar el silencio. Escribimos otra vez. El resultado fue el mismo. Mi amor por los escritores boricuas creció. A un mes del final del concurso, la voz desapareció una noche. Dejó una nota en la nevera: "Hacer litertortura es cosa de locos. Suerte." Yo aproveché el silencio y empecé otra novela.  

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