martes, 29 de enero de 2008

Una de macharranes

Aquí les dejo la última columna que me publicó El Nuevo Día. Confieso que el periódico esta semana ha estado en otro nivel de ridiculez y la humanidad ha alcanzado nurevas fronteras en muchos aspectos, como bien se ve en la entrada anterior y en ésta.

29-Enero-2008
GABINO IGLESIAS
ESCRITOR Y PERIODISTA

Macharranes

La encubierta patrulla repleta de testosterona se desliza a velocidad poco recomendable por la estrecha calle de un barrio del país. El grito de las llantas avisa que un ciudadano se tomó la libertad de intentar cruzar la calle sin el debido documento legal que lo autoriza. La innegable valentía de los "tres mosqueteros" sale disparada por las ventanas del vehículo. El cuasiatropellado contesta a las provocaciones verbales en claro desafío a la autoridad competente. “Malditos revolucionarios” piensan al unísono los hinchados de mediocridad. “En este país todos son contestatarios de vocación”, dice uno de ellos (obviamente el de mayor escolaridad). Entonces proceden a apearse del vehículo los tres macharranes en pos de la aplicación correcta de su entrenamiento profesional y la consecución de la paz pública.
Nada de esas ridiculeces de conversar o perseguir la tontería utópica de la no-confrontación, vamos a lo que vinimos. Entiéndase: a falta de neuronas; macanas. Ante la perfecta ausencia de sentido común; violencia a punta pala. Enfrentados a una carencia absoluta de provocación y peligro inminente; agresión inmediata y contundente. Empiezan a aporrear justicia mientras danza en sus cabezas un collage de imágenes de películas americanas e imaginarios romantizados de la SWAT.
Entre ellos y la aplicación de la justicia se interponen viejos con marcapasos y mujeres histéricas que necesitan ser sometidos a la obediencia. Todos analizan la situación inmediatamente y sacan del baúl de la conveniencia el término peliculero aplicable: daños colaterales. Prosigue la lluvia de golpes que, con decisión y razón indiscutible, aplica el tonto brazo de la ley. La victoria la representan el atrevido cruzacalles contestón y el agresivo septuagenario, ambos arrestados por los poderosos justicieros que, ocupados en la resolución de la situación que ahora tienen entre manos, han olvidado por completo a dónde se dirigían con tanta prisa.

lunes, 28 de enero de 2008

Nuevas fronteras en la hijaputez

El malgasto de espacio habitable y piel que pueden llegar a ser algunos de los representantes de la raza humana nunca cesa de sorprenderme y asquearme a la vez. El último integrante de la tribu de los que debería ser ahorcados en la plaza pública se llama Tomás Delgado Bartolomé. Este imbécil atropelló a un joven de 17 años en el 2004 que, cierto es, se saltó un "pare" en bicicleta. Tomás circulaba a 107 millas por hora en zona de 55 y sopló .15 en la prueba de alcoholemia. Aún así, como la culpa fue compartida, el juez decidió aquella vez que no podía castigar ni al muerto ni al vivo y la cosa quedó reducida a un papeleo cruzado entre compañías de seguros.
El punto es que la semana pasadaTomás demandó a los padres del joven al que mató para que le paguen 20,000 euros para arreglar su coche. Suficiente para dejar a cualquiera sin palabras. 20,000 euros por el Audi A8 que destrozó contra el cuerpo del joven Enaitz Iriondo. Sé que no podemos hacer nada para que Enaitz reviva y no se salte el "pare", pero estamos a tiempo de colocarle en el recto a Tomás todo lo que quede de su coche. Felicito a la raza humana por, una vez más, ser menos que los animales y alacanzar nuevas fronteras en el infinito universo de la hijaputez.

martes, 22 de enero de 2008

Rarezas nocturnas

Estaba solo. Y digo solo en el sentido de que me encontraba rodeado de personas que realmente no conozco. La lluvia se debatía sin cesar entre la lapidación acuosa con la que amenazaba y el perdón de los reunidos frente a un muro con proyector gigantesco. Tenía el trasero aparcado sobre una neverita (todo boricua sabe a lo que me refiero) y veía ovnis en el celular de loco de 6'4. El enorme vaso de cristal que tenía en la mano nunca llegó a estar totalmente vacío, pero la borrachera nunca llegó. Una decena de mojitos sólo consiguió aflojarme el espíritu y darme calor. Escuché campanas y me asustó la falta de reacción ante el fin de una era. Repasé mis mejores noches con Trobi (el se acordará de tres días en la calle, boxeo y reinas de belleza). Al final de la noche llegué a casa y pensé en escribir sobre mi asistencia al ocaso de los dioses, pero desistí. Hay veces en que te falta carne y te sobra título.

martes, 15 de enero de 2008

De luto la poesía

Hablar de muerte es gastar saliva. No reconocerla es pura idiotez. Ergo, causa una serie de dicotomías existenciales de no fácil solución. Pero el punto es que este fin de semana murió el magnífico poeta Ángel González, miembro de la Real Academia y ganador de el premio Príncipe de Asturias de las Letras y el Reina Sofía de Poesía Hispanoamericana. Basta con leer un poco más abajo para saber cuánto lo respetaba. Dejo que él se despida como sólo el podía.

EPÍLOGO
Me arrepiento de tanta inútil queja,
de tanta tentación improcedente.
Son las reglas del juego inapelables
y justifican toda, cualquier pérdida.
Ahora
sólo lo inesperado o lo imposible
podría hacerme llorar:

una resurrección, ninguna muerte.
No hay que ser periodista o crítico cultural para darse cuenta de la mierda que se publica en nuestros diarios. Y al decir nuestros diarios no me refiero a Puerto Rico, donde se copia más d ela mitad del contenido de otras fuentes, sino que hablo a nivel global.
En fin, la primera columna del 2008 la publicó El Nuevo Día el sábado 12 de enero. Me parece un buen comienzo.
Además, y antes de que se me olvide, desde que instalé la porquería esa del mapita me he percatado de que este boog recibe vivitas de otros países. Me encantaría saber quién me visita así que, sin miedo, escriban algo y déjenme saber de dónde vienen.


12-Enero-2008
GABINO IGLESIAS
PERIODISTA Y ESCRITOR

Demonología y política
Quiero hacerme cargo de que, entre la cantaleta infinita de Paseo Caribe, la desafortunada pérdida (aún estoy llorando) de la perrita de Paulina Rubio y las tres infructuosas horas que sacrificó nuestra nueva Miss Puerto Rico Universe en pos de que en este país se haga justicia donde de verdad importa, no pasen desapercibidas las declaraciones del alcalde de Lajas, Marcos “Turín” Irrizary.
El genial líder de turno está tan preocupado por la recién descubierta práctica de satanismo en su municipio que ha puesto las oficinas de su administración al servicio inmediato de las almas perdidas. “Si necesitan ayuda o si el municipio les puede conseguir un psicólogo o un psiquiatra que los pueda ayudar, que se acerquen y busquen ayuda”.
Si el Diccionario de la Real Academia define la religión como un “conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto”, ¿no es el satanismo otra religión más?
Dado: probablemente no se rige por unas normas de conducta social muy aceptadas, pero algo es algo (y menos tienen los legisladores de este país).
Gracias por la solución, Sr. Alcalde. Además, quisiera agradecerle por dejar tan claro varios puntos neurálgicos: que las creencias que no van de la mano con las suyas hay que curarlas, que los problemas de violencia ligados a las prácticas satánicas son un problema nacional que requiere atención y que es lo mismo un psicólogo que un psiquiatra.
Aunque yo, gracias a Dios, no soy creyente, cada vez tengo más fe en la Puertorriqueñísima Trinidad: la Sabiduría Infinita de nuestros líderes políticos, el Poder Inmenso del faranduleo ridículo y la Omnisapiencia de ARPE.

miércoles, 2 de enero de 2008

El cadáver del 2007

Miro el cubo de la basura y ahí está el cadaver del 2007. Parece que no cabía por el inodoro y lo pusieron ahí, entre botellas vacías y restos de comida en lugar de sepultarlo a la goldfish. Se ve tan inutil y abandonado como una botella de güisqui vacía. Es un globo deshinchado. Me da pena verlo ahí, igual que me apena tirar los zapatos viejos. Supongo que fueron 365 días leales y con poca oportunidad de ser más d elo que fueron.
Detrás hay un brillo que sólo noto al cerrar la basura y darle la espalda al cadáver abandonado. Se trata del 2008. Tiene esa estúpida carita simpática que tienen todos los animales pequeños, pero yo no me fio. Sé que de un momento a otro puede saltarme a la yugular con alguna hijaputez inaudita.
No sé qué podemos hacer excepto esperar que este año sea mejor que el que acabamos de retirar. Salud, alegría y dinero. Espero que las sorpresas que traiga sean gratas, que venga con buena música y geniales lecturas, ah, y que no se olvide de traer algún viajecito.
Felices 363 días restantes.