domingo, 17 de mayo de 2009

Hasta siempre, Maestro


Muchas horas pasé encerrado en mi habitación con los libros de Benedetti. Sus novelas siempre tenían una buena dósis de sorna y su poesía siempre tuvo, al menos para mi, un peculiar sentido del humor: "El que pecho abarca, loco aprieta."

El amor, las mujeres y la vida, una antología temática que trata dichos temas, sirvió para enseñarme que hay cosas en la vida que importan mucho más que otras. Durante mi segundo año de bachillerato me vi encerrado en una habitación esperando que estudiantes de primer año vinieran a por sus tutorías de inglés. Esas horas muertas me sirvieron para leer La tregua, Primavera con una esquina rota, El olvido está lleno de memoria, los tres inventarios, etc. Siempre disfrute de lo que escribía. Rincón de Haikus lo gané en un certámen de poesía y se convirtió en uno de los libros que más pedazos memoricé.

Ahora ya no escribirá más, pero nos deja una gran obra literaria que servirá para que muchos aprendan sobre la poesía, las mujeres y el exilio.

Mientras el mundo celebra la mediocridad de Dan Brown y se hincha de vender libros mierdosos Pablo Conejo, Don Mario haces las veces de dominó: lamentablemente, en algún momento, le seguirán Vargas Llosa y el Gabo.

Este blog sólo a reportado dos muertes: Ángel González y Mario Benedetti... por algo será.

Espero que los que lo entierren hayan leído sus haikus y obedezcan ese deseo que sólo puede tener un escritor:


"Cuando me entierren

por favor no se olviden

de mi bolígrafo"


Hasta siempre, Maestro.

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