sábado, 21 de julio de 2007

Imhotep v. Hipócrates


Resulta que de vez en cuando me pongo justiciero. A fin de cuentas hay que darle al César lo del César, ¿no? Imhotep fue un sabio médico, astrólogo y arquitecto que vivió, aproximadamente, entre el 2,690 y el 2,610 A.D. Es el responsable del primer tratado de medicina que conocemos (conocido como el papiro Edwin Smith). En dicho escrito, Imhotep recomienda la utilización de opiaceos como anestésicos, explica cómo suturar heridas abiertas, describe observaciones anatómicas y discute el diagnóstico y el tratamiento para muchas heridas y enfermedades comunes. Además, es el responsable de la construcción de la pirámide escalonada de Saqqara, donde enterraron al faraón Zoser. A saber, en todo el escrito de Imhotep sólo se encuentra una alusión a un tratamiento mágico.

Por otro lado, casi 2, 200 años más tarde, Hipócrates se inventa los cuatro humores: flema, bilis amarilla, bilis negra y sangre. Además, se sacó de la manga el juramento hipocrático y dijo que lo mejor para tratar un paciente es observarlo primero. Coño, que brillante. Imhotep descubrió cosas como que la miel es antibacterial y ayuda a que curen las heridas. Hipócrates descubrió que si hay sangre o la bilis está negra, la cosa está jodida. Increíble.

El punto es que los doctores, usualmente, no son seres cargados de ese emperamento serio, calmado y honesto que se supone que les impone el susodicho juramento hipocráticoy que me parece que llamar a Hipócrates el padre de la medicina moderna es un insulto para el verdadero padre de la medicina: Imhotep.

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