martes, 2 de marzo de 2010

Idílico silencio

Para mi, el estudio de la comunicación es interesante por una razón muy específica: el ser humano no está diseñado para comunicarse. Ya sé que muchos por ahí repiten hasta el cansancio aquella estupidez de Aristóteles de que el hombre es un animal social. Para empezar, el mismo comentario pronunicado hoy causaría revuelo entre la comunidad feminista. En segundo lugar, la sociedad es -presten atención- una construcción social que obedece sólo a nuestra innata necesidad de joder al prójimo, de aprovecharnos del menos listo, de robarle al tonto y de abusar del débil. Por último, lo único innegable del comentario es el hecho de que no somos más que animales. Ahora bien, como animales que somos, después de tanta (d)evolución sólo hemos podido desarrollar un proceso de complicación existencial súmamente complejo (y fallido)... al que llamamos comunicación.
En lo personal, disfruto de la ocasional conversación, ya sea dolorosamente intelectual o deliciosamente ordinaria. También disfruto de los encuentros sociales en los que se come bien y se bebe mejor. Daría la vida por mis amigos y de vez en cuando me agrada conocer gente nueva e interesante. Sin embargo, no puedo dejar de pensar que algunos de los grandes placeres de la vida son cosas que se hacen en solitario: leer, escuchar música, escribir, caminar solo por una ciudad desconocida, escuchar el silencio, etc. Igualmente, me resulta absurda la implacable necesidad de comunicarse que tienen los que me rodean. ¿Será que los pobres imbéciles desconocen el hecho de que todo intento es inútil? En esta vida sólo podemos intentar entendernos un poco a nosotros mismos: pretender entender a los demás, aún en el nivel más superficial, es perder el tiempo.
Los modelos de comunicación empezaron con simples conceptos como los de Shannon y Weaver: transmisor, mensaje, receptor, etc. No obstante, desde esos primeros modelos se tenía en consideración el "ruido". ¿Y qué es el ruido que se presenta en los modelos? Pues la memez del codificador, del receptor o la que resulta inherente en todo mensaje. En otras palabras, la comunicación es un proceso fallido, sucio, ruidoso y difícil desde su origen.
Piénsenlo de esta forma: si el ser humano realmente estuviese diseñado con la comunicación en mente, ¿para qué carajo hay tantos idiomas y dialectos? Por favor, no me salgan con el cuento fantástico de la dichosa Torre de Babel.
La constante tensión entre las gentes, el eterno problema de las relaciones de pareja, la absoluta falta de comprensión en torno a todo lo que nos es ajeno y gran parte del mal humor que se respira en la calle, en las universidades, en el gobierno y en las casas se debe a la falta de comunicación y los malos entendidos...¿no estaríamos mucho mejos si nos quedaramos más tiempo callados?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Escribo para comunicarle mi gratitud por su entrada. :)

Gabino dijo...

Saludos, Me. Best of luck with your new blog Dance All Night. I hope words dance with you on a regular basis. I´ll be checking on it. Thanks for the comment... we´ll see if your communication incites others to do the same.