martes, 10 de abril de 2007

A comer mierda un rato

Ahí estaba yo. El profesor despotricaba contra la pésima labor de la clase. Los exámenes lo tenían molesto. Parecía que nadie le había entendido nada de la clase. Algunas personas ni siquiera tenían nota y tenían que reunirse con el profesor. Yo tenía flashbacks de un fin de semana de mierda, lleno de estrés, tratando de comprender a cabalidad a Nietzsche, Kant, Lacan, Foucault, Hegel, Descartes, el pensamiento moderno, su crisis, procesos epistémicos, estupideces filosóficas indecibles y otras pendejadas más que no se han hecho para cerebros cortos e hiperactivos como el mío. Esperaba con los dientes apretados a que repartiera las comidas de culo. ¿Qué oportunidad tenía yo de haber salido bien si la clase de genios en la que estoy había salido mal? ¿Cómo iba a salir yo que siempre estoy callado, hundido en mi pupitre, si las que siempre hablan y comentan en clase habían salido mal? ¿Cómo iba a salir yo si había salido mal toda una clase de genios, artistas, poetas autodenominados, directores de cine, graduados de literatura comparada y traductores posmodernos? Me sudaban las manos. Mi suerte en la maestría llegaba a su final. El profesor empezó a repartir los tiznazos. Escuché mi nombre. Me levanté nervioso y cogí el papel que tendía hacia mi. "Muy buen exámen" me dijo. No entendí nada. Me senté y miré la portada: 95 A. Coño. La única A de la clase. Ahora me toca comer mierda. ¿De qué ostias sirve llenarse la boca de bazofia en clase si después no puedes escribirla? ¿Para qué comentan tanto en clase si resulta que en realidad no saben nada y no están entendiendo? ¿Por qué no se callan y prestan atención para intentar aprender y aprehender lo que se dice? Yo tranquilo con mi sandwich de mojones y mi ventiúnica A. Mi silencio habla por si solo. La razón no grita.

2 comentarios:

Ciclistas Urbanos dijo...

Te lo hiba a dejar pasar, pero no voy a esperar a una tercera ocasión. ¿Que eso de que la razón no grita? El presupuesta detrás de eso es el mismo que subyace en el lo que escribiste de que "los filtros se me perdieron en la noche sin nombre y quedé solo con lo que soy. Esencia". Camarada, creeme que sin la última oración de esta entrada, y son la esencia, queda demostrado que es una hostia, te lo digo aqui en secreto ante tus ojos y los de la comunidad de internet.

Todavía te falta incorporar en un escrito, bien pudiste haberlo hecho en este, la frase fenomenal de la mierda y las moscas. Será para otra ocasión...

Ciclistas Urbanos dijo...

mierda con la h...a quien se le ocurre!!!