Esta es una de esas semanas en las que El Nuevo Día se convierte en una insuperable fuente de entretenimiento. En una danza hilarante entre lo absurdo y lo ridículo, el diario ha publicado una sarta de "noticias" que merecen mención especial y, para no romper con la contumeliosa naturaleza de este espacio, que yo de mi opinión al respecto. Empecemos.
1. El bestia de Antulio enseñó la foto del decapitado. Empecemos por recordar que "Kobbo" Santarrosa se llama Antulio. El antulio es una flor; fea, simplona y un tanto plástica, pero una flor. ¿Qué opciones de vida tiene un tipo que se llame Antulio? EWs hora de aceptarlo: con un nombre así cualquiera se dedica a buscar incansablemente la manera de joder a todos los que no se llaman igual. Además, Antulio es más feo que el culo de un mono con hemorroides, tiene la ética de una abogada prostituta que practica abortos a domicilio y posee la capacidad intelectual de un poste de verja. Por último, Antulio se gana la vida a través de una muñeca horrible que necesita alborotar a las masas para retener su puesto como uno de los programas más populares de la televisión local. Con eso en mente, ¿alguno de ustedes realmente se sorprendió por que enseñara la foto? El que la vio en vivo es porque estaba viendo el programa, por lo que merece haber visto la foto. Cuando un sujeto sin escrúpulos hace una barrabasada como esta, los tontos son los sorprendidos y aquellos que esperaban que un tipejo como Antulio no aprovechara una oportunidad como esta para aumentar su popularidad.
2. El Chuchin renuncia a su escaño en el senado. Aclaro: escribo senado con minúscula con toda la intención del mundo. Pedirle a un tipo como Antonio "El Chuchin" Soto un ápice de ética es el equivalente a exigirle higiene a un cerdo. Entre fotografías de culos y problemas de ética, la situación política en Puerto Rico se desplaza a una velocidad de miedo hacia una absoluta estagnación...como la que sufre desde hace décadas. Al final del día, lo más jocoso es que a esta panda de cretinos nadie les dio el voto y llegaron a sus puestos por arte de magia...
3. Aparecen fotos de Scarlett Johansson en pelotas. Al que esto le parezca noticia, que tire la primera piedra. Cuando les roben fotos en pelotas del celular a Judith Butler o Gloria Steinem, me avisan.
4. Nominan a Calle 13 a 10 Latin Grammys. Si los Grammy han pasado a ser un chiste, los Latin Grammy son como un chiste viejo y del mal gusto del que se entera menos gente. Que músicos de verdad como Caetano Veloso, Paquito D'Rivera y el gran Rubén Blades se presten de vez en cuando para este tipo de premiación es una pena. Espero que grandes figuras de la música como Calle 13, Wisin y Yandel, Los Tigres del Norte, Alejandra Guzmán y Ricky Martin ganen muchos pequeños gramófonos de esos. ¿Que cuán insignificantes son estos premios? Bueno, pues me parece inteligente que me pregunten a mi, que me gano la vida escribiendo sobre música. Aquí les dejo mi contestación: el imbécil de Ricardo Arjona tiene dos.
5. Pensaba comentar algo sobre la demanda de Britto, pero me importa tan poco que prefiero sacudir la cabeza y reírme.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
domingo, 11 de septiembre de 2011
Buscapié: Celebdeidad
En palabras de Fito Páez:
Nuevo es este cielo, es nuevo para mi.
Dos torres calleron lo siento por ti,
en fin no hay nada nuevo
ni más antiguo que el sol,
son dos pibes haciendo el amor...
Que otros se concentren en el pasado: you miro el presente y lo que implica para nuestro futuro...
11 Septiembre 2011
Celebdeidad
Gabino Iglesias
Malas noticias: falló plenariamente el rezo incansable. De un cielo desahuciado no caen oportunidades de empleo, hablar en lenguas no incrementa la cuenta de banco (excepto la de los falsos profetas) y las puertas del averno parecen yacer abiertas en cada esquina.
Sin embargo, la desesperación se esfuma de inmediato cuando, en medio de esa insoportable situación, llega como espíritu santo embutido en trapos de diseñador alguna celebdeidad. ¡Ah, esa caricia distante de lo imposible!
Con sólo desearlo la celebdeidad convierte un divorcio ajeno en causa de pesares propios y un amor extraño lo sentimos como nuestro.
La foto de un ser supremo en bikini adorna múltiples portadas y se olvida ante esa plástica y quimérica perfección cualquier indicio de alta presión. Ante la muerte de algunos niños en África, otra celebdeidad se viste con carne y nos enseña el verdadero significado de la ironía.
Alguna celebdeidad con voz de gato en plena violación se apunta otro galardón a su lista, otra gasta en zapatos la deuda externa de Haití y algún adonis desviste su torso para reanimar los sueños de las amas de casa.
Mientras una celebdeidad cuelga en el ojo público su ropa interior y alguna otra prescinde de la misma para aumentar su santidad, las masas imploran por más con el hocico abierto y los ojos cerrados. Más tarde, cebados todos de la gloria inmerecida de sus dioses, se da la vuelta la masa y se regocija con el regalo perfecto, el que nos permite volver a los más hondo y hediondo de la cuneta con la certeza de que las celebdeidades está al alcance de nuestra mugre: un desvarío imperdonable, una mentira destapada, una foto comprometedora, una celulitis desvelada o la aparición rojiza de una psoriasis común y corriente.
En algún lugar oscuro y lleno de azufre, se escuchan las palabras de un profeta alcohólico con cara de desastre: “En un lugar donde las masas elevan a los ineptos a la categoría de héroes ricos”.
El autor es estudiante doctoral.
Aquí está el original.
Nuevo es este cielo, es nuevo para mi.
Dos torres calleron lo siento por ti,
en fin no hay nada nuevo
ni más antiguo que el sol,
son dos pibes haciendo el amor...
Que otros se concentren en el pasado: you miro el presente y lo que implica para nuestro futuro...
11 Septiembre 2011
Celebdeidad
Gabino Iglesias
Malas noticias: falló plenariamente el rezo incansable. De un cielo desahuciado no caen oportunidades de empleo, hablar en lenguas no incrementa la cuenta de banco (excepto la de los falsos profetas) y las puertas del averno parecen yacer abiertas en cada esquina.
Sin embargo, la desesperación se esfuma de inmediato cuando, en medio de esa insoportable situación, llega como espíritu santo embutido en trapos de diseñador alguna celebdeidad. ¡Ah, esa caricia distante de lo imposible!
Con sólo desearlo la celebdeidad convierte un divorcio ajeno en causa de pesares propios y un amor extraño lo sentimos como nuestro.
La foto de un ser supremo en bikini adorna múltiples portadas y se olvida ante esa plástica y quimérica perfección cualquier indicio de alta presión. Ante la muerte de algunos niños en África, otra celebdeidad se viste con carne y nos enseña el verdadero significado de la ironía.
Alguna celebdeidad con voz de gato en plena violación se apunta otro galardón a su lista, otra gasta en zapatos la deuda externa de Haití y algún adonis desviste su torso para reanimar los sueños de las amas de casa.
Mientras una celebdeidad cuelga en el ojo público su ropa interior y alguna otra prescinde de la misma para aumentar su santidad, las masas imploran por más con el hocico abierto y los ojos cerrados. Más tarde, cebados todos de la gloria inmerecida de sus dioses, se da la vuelta la masa y se regocija con el regalo perfecto, el que nos permite volver a los más hondo y hediondo de la cuneta con la certeza de que las celebdeidades está al alcance de nuestra mugre: un desvarío imperdonable, una mentira destapada, una foto comprometedora, una celulitis desvelada o la aparición rojiza de una psoriasis común y corriente.
En algún lugar oscuro y lleno de azufre, se escuchan las palabras de un profeta alcohólico con cara de desastre: “En un lugar donde las masas elevan a los ineptos a la categoría de héroes ricos”.
El autor es estudiante doctoral.
Aquí está el original.
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