1- Empecemos por aclarar lo que es una noticia. Para aquellos que no lo sepan, noticia es lo que se le llama al contenido de una comunicación en la que se divulga información previamente desconocida. Tomando en consideración esa definición, ¿quién carajo se atreve a decir que la declaración de Ricky Martin de que es homosexual es una noticia? Me explico: lo que todo el mundo ya sabe no puede ser noticia. Yo lo dije hace tanto tiempo que ya perdí la cuenta.
Cualquiera que haya estudiado los principios básicos del periodismo sabrá que una noticia, además de ser material desconocido, debe ser información con algún grado de relevancia social. ¿Qué relevancia social tiene el hecho de que Ricky Martin sea maricón? Momentito! Que no se me ofenda nadie. Un homosexual es una persona seria y respetable a quien le gustan las personas de su mismo sexo; un maricón es una persona que, además de homosexual, vive en el clóset, se peina como muñeco de plástico, habla como pseudo-intelectual de poca monta y de acento neutro, se viste como maniquí de tienda rococo posmoderna y mueve el culo (en sentido literal y/o figurado) para ganarse la vida. Tengo amigos homosexuales... y ellos odian a los maricones. En otras palabras, no tengo problemas con los homosexuales pero, en el caso de Ricky Martin, uso el término peyorativo con toda premeditación y alevosía.
No salir del clóset antes (aunque no creo que a nadie le hiciera falta que saliera para saber que era homosexual) me parece un engaño barato para vender discos a sus jóvenes fanáticas (funcionó porque, a fin de cuentas, ¿cuántas neuronas puede tener una fanática o fanático de Ricky Martin?). Además, no hacerlo en el cénit de su carrera demuestra una crasa falta de fuerza testicular y atestigua al hecho de que él entiende que la homosexualidad es algo sucio que hay que esconder. Por último, ¿para qué demonios hacerlo ahora? ¿A quién le importa? ¿Será que viene con "disco" nuevo?
Que se reviente la prensa cubriendo la "noticia" y que se maten los demás "artistas" felicitándolo: delicioso juego tonto de suma cero! ¿Cuándo me van a felicitar a mi por ser un heterosexual que vive fuera del clóset?
2- Y hablando de maricones, ¿cuándo vamos a empezar a matar curas? Desde hace décadas se viene discutiendo en la prensa la aberrante forma en que el Vaticano defiende a los suyos sin importar la barrabasada que hagan. Me parece que ya es hora de que la gente de la iglesia católica (escrito en minúsculas muy apropósito) se de cuenta de que las manzanas podridas son demasiadas y haga algo al respecto. Sé que suena extraño pero, al igual que la Coca Cola, el Vaticano no es nadie sin el dinerito que le llega del pueblo.
El día que la gente deja que el Vaticano les diga que la pederastía es un pecado y no un crímen es el día que tenemos que salir a la calle y empezar a repartir justicia y a cortar cojones... ¿no sería eso divino?
martes, 30 de marzo de 2010
martes, 16 de marzo de 2010
Sin diccionario
Además de su rampante déficit neuronal, los políticos de Puerto Rico siempre han hecho alarde del hecho de que jamás han puesto sus pezuñas sober un diccionario de la langua española. Lo que sigue se publicó hoy, Martes 16 de marzo, y no es otra cosa que una crítica a la falta de educación crasa,tanto social como formal, que presentan los políticos a la hora de intentar convencernos de sus bucéfalas ideas...
16-Marzo-2010
GABINO IGLESIAS
Independencia colonizada
¿Suena raro? El término es, a todas luces, más o menos lo mismo que la soberanía asociada. Me explico.
Un estado soberano es aquel que posee sobre sus asuntos una autoridad suprema e independiente. A su vez, la palabra asociación implica una relación bipartita en la que, por lo general, ambas partes comparten una meta o proyecto. Como podemos ver, la idea de una soberanía asociada es una memez que carece de la más mínima cohesión discursiva... aunque los políticos a cargo de colocarla en el ojo público han hecho un buen trabajo a la hora de hacerle pensar a la gente que semejante tontería es una posibilidad.
Como la invención del término no es suficiente, el mismo va de la mano de un irreflexivo proyecto para celebrar dos referéndums. ¿Cuán crasa puede llegar a ser la falta de memoria histórica? Si llevar a cabo un referéndum en pos de solucionar el problema de estatus del País ha resultado históricamente un proceso infructuoso, ¿para qué reincidir?
Además, el proyecto de soberanía asociada que se ha presentado se puede resumir en pocas palabras: mi futuro lo decido yo cuando yo quiera… y me quedo con lo que me guste de la relación anterior (¿subvención?).
Actualmente, nos guste o nos dé asco, Puerto Rico tiene una particular relación con los Estados Unidos. Dicha relación ha sido tema de debate desde el primer día y, para muchos, es hora de que se resuelva lo que muchos ven como un limbo político.
Sin embargo, lo que resulta vergonzoso es que la solución propuesta sea una basada en un concepto inaceptable que carece de sentido, da vueltas sobre sí misma y presenta un reciclaje de lo que ya hemos tenido.
Si la soberanía asociada es un cuento de hadas, ¿cómo debemos llamarle a la promesa de autosuficiencia?
16-Marzo-2010
GABINO IGLESIAS
Independencia colonizada
¿Suena raro? El término es, a todas luces, más o menos lo mismo que la soberanía asociada. Me explico.
Un estado soberano es aquel que posee sobre sus asuntos una autoridad suprema e independiente. A su vez, la palabra asociación implica una relación bipartita en la que, por lo general, ambas partes comparten una meta o proyecto. Como podemos ver, la idea de una soberanía asociada es una memez que carece de la más mínima cohesión discursiva... aunque los políticos a cargo de colocarla en el ojo público han hecho un buen trabajo a la hora de hacerle pensar a la gente que semejante tontería es una posibilidad.
Como la invención del término no es suficiente, el mismo va de la mano de un irreflexivo proyecto para celebrar dos referéndums. ¿Cuán crasa puede llegar a ser la falta de memoria histórica? Si llevar a cabo un referéndum en pos de solucionar el problema de estatus del País ha resultado históricamente un proceso infructuoso, ¿para qué reincidir?
Además, el proyecto de soberanía asociada que se ha presentado se puede resumir en pocas palabras: mi futuro lo decido yo cuando yo quiera… y me quedo con lo que me guste de la relación anterior (¿subvención?).
Actualmente, nos guste o nos dé asco, Puerto Rico tiene una particular relación con los Estados Unidos. Dicha relación ha sido tema de debate desde el primer día y, para muchos, es hora de que se resuelva lo que muchos ven como un limbo político.
Sin embargo, lo que resulta vergonzoso es que la solución propuesta sea una basada en un concepto inaceptable que carece de sentido, da vueltas sobre sí misma y presenta un reciclaje de lo que ya hemos tenido.
Si la soberanía asociada es un cuento de hadas, ¿cómo debemos llamarle a la promesa de autosuficiencia?
viernes, 12 de marzo de 2010
Blues del exiliado
Llevo dos días pensando en volver a casa. Con el frío haciendo un esfuerzo por meterse en el armario hasta finales de año y las vacaciones de Spring Break empezando hoy, tengo una necesidad irreductible de largarme de Austin. No me malinterpreten, Austin es una ciudad maravillosa... pero sin playa.
Llevo dos días queriendo regresar a mis sitios y a mi gente. Tengo unos cuantos paliativos: toda la poesía de Ginsberg en la mesita de la sala, un par de películas, dormir hasta tarde, mi guitarra, mucho trabajo, un libro de Sandlin en el baño, la promesa de volver a Pedernales pronto y canciones de Sabina y Tom Waits. Sin embargo, nada de eso es una cena con mis viejos, una borrachera en Guánica, una noche larga en San Juan, el olor del mangle (si, hasta eso se extraña), la maravilla de una salida no planeada, una visita al cine con gente que sabe lo que me gusta, una combinación del chino de la Campo Rico, una mañana tragando cerveza en Ocean Park, un paseíto por el Yunque, un vueltón por Loíza o cualquier otra cosa de esas que, como todo cliché, damos por sentadas hasta que no podemos accesarlas.
Dejo esta mierda de post y vulevo a mi guitarra. Vuelvo al blues del exiliado.
Llevo dos días queriendo regresar a mis sitios y a mi gente. Tengo unos cuantos paliativos: toda la poesía de Ginsberg en la mesita de la sala, un par de películas, dormir hasta tarde, mi guitarra, mucho trabajo, un libro de Sandlin en el baño, la promesa de volver a Pedernales pronto y canciones de Sabina y Tom Waits. Sin embargo, nada de eso es una cena con mis viejos, una borrachera en Guánica, una noche larga en San Juan, el olor del mangle (si, hasta eso se extraña), la maravilla de una salida no planeada, una visita al cine con gente que sabe lo que me gusta, una combinación del chino de la Campo Rico, una mañana tragando cerveza en Ocean Park, un paseíto por el Yunque, un vueltón por Loíza o cualquier otra cosa de esas que, como todo cliché, damos por sentadas hasta que no podemos accesarlas.
Dejo esta mierda de post y vulevo a mi guitarra. Vuelvo al blues del exiliado.
martes, 2 de marzo de 2010
Idílico silencio
Para mi, el estudio de la comunicación es interesante por una razón muy específica: el ser humano no está diseñado para comunicarse. Ya sé que muchos por ahí repiten hasta el cansancio aquella estupidez de Aristóteles de que el hombre es un animal social. Para empezar, el mismo comentario pronunicado hoy causaría revuelo entre la comunidad feminista. En segundo lugar, la sociedad es -presten atención- una construcción social que obedece sólo a nuestra innata necesidad de joder al prójimo, de aprovecharnos del menos listo, de robarle al tonto y de abusar del débil. Por último, lo único innegable del comentario es el hecho de que no somos más que animales. Ahora bien, como animales que somos, después de tanta (d)evolución sólo hemos podido desarrollar un proceso de complicación existencial súmamente complejo (y fallido)... al que llamamos comunicación.
En lo personal, disfruto de la ocasional conversación, ya sea dolorosamente intelectual o deliciosamente ordinaria. También disfruto de los encuentros sociales en los que se come bien y se bebe mejor. Daría la vida por mis amigos y de vez en cuando me agrada conocer gente nueva e interesante. Sin embargo, no puedo dejar de pensar que algunos de los grandes placeres de la vida son cosas que se hacen en solitario: leer, escuchar música, escribir, caminar solo por una ciudad desconocida, escuchar el silencio, etc. Igualmente, me resulta absurda la implacable necesidad de comunicarse que tienen los que me rodean. ¿Será que los pobres imbéciles desconocen el hecho de que todo intento es inútil? En esta vida sólo podemos intentar entendernos un poco a nosotros mismos: pretender entender a los demás, aún en el nivel más superficial, es perder el tiempo.
Los modelos de comunicación empezaron con simples conceptos como los de Shannon y Weaver: transmisor, mensaje, receptor, etc. No obstante, desde esos primeros modelos se tenía en consideración el "ruido". ¿Y qué es el ruido que se presenta en los modelos? Pues la memez del codificador, del receptor o la que resulta inherente en todo mensaje. En otras palabras, la comunicación es un proceso fallido, sucio, ruidoso y difícil desde su origen.
Piénsenlo de esta forma: si el ser humano realmente estuviese diseñado con la comunicación en mente, ¿para qué carajo hay tantos idiomas y dialectos? Por favor, no me salgan con el cuento fantástico de la dichosa Torre de Babel.
La constante tensión entre las gentes, el eterno problema de las relaciones de pareja, la absoluta falta de comprensión en torno a todo lo que nos es ajeno y gran parte del mal humor que se respira en la calle, en las universidades, en el gobierno y en las casas se debe a la falta de comunicación y los malos entendidos...¿no estaríamos mucho mejos si nos quedaramos más tiempo callados?
En lo personal, disfruto de la ocasional conversación, ya sea dolorosamente intelectual o deliciosamente ordinaria. También disfruto de los encuentros sociales en los que se come bien y se bebe mejor. Daría la vida por mis amigos y de vez en cuando me agrada conocer gente nueva e interesante. Sin embargo, no puedo dejar de pensar que algunos de los grandes placeres de la vida son cosas que se hacen en solitario: leer, escuchar música, escribir, caminar solo por una ciudad desconocida, escuchar el silencio, etc. Igualmente, me resulta absurda la implacable necesidad de comunicarse que tienen los que me rodean. ¿Será que los pobres imbéciles desconocen el hecho de que todo intento es inútil? En esta vida sólo podemos intentar entendernos un poco a nosotros mismos: pretender entender a los demás, aún en el nivel más superficial, es perder el tiempo.
Los modelos de comunicación empezaron con simples conceptos como los de Shannon y Weaver: transmisor, mensaje, receptor, etc. No obstante, desde esos primeros modelos se tenía en consideración el "ruido". ¿Y qué es el ruido que se presenta en los modelos? Pues la memez del codificador, del receptor o la que resulta inherente en todo mensaje. En otras palabras, la comunicación es un proceso fallido, sucio, ruidoso y difícil desde su origen.
Piénsenlo de esta forma: si el ser humano realmente estuviese diseñado con la comunicación en mente, ¿para qué carajo hay tantos idiomas y dialectos? Por favor, no me salgan con el cuento fantástico de la dichosa Torre de Babel.
La constante tensión entre las gentes, el eterno problema de las relaciones de pareja, la absoluta falta de comprensión en torno a todo lo que nos es ajeno y gran parte del mal humor que se respira en la calle, en las universidades, en el gobierno y en las casas se debe a la falta de comunicación y los malos entendidos...¿no estaríamos mucho mejos si nos quedaramos más tiempo callados?
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