No hay que ser periodista o crítico cultural para darse cuenta de la mierda que se publica en nuestros diarios. Y al decir nuestros diarios no me refiero a Puerto Rico, donde se copia más d ela mitad del contenido de otras fuentes, sino que hablo a nivel global.
En fin, la primera columna del 2008 la publicó El Nuevo Día el sábado 12 de enero. Me parece un buen comienzo.
Además, y antes de que se me olvide, desde que instalé la porquería esa del mapita me he percatado de que este boog recibe vivitas de otros países. Me encantaría saber quién me visita así que, sin miedo, escriban algo y déjenme saber de dónde vienen.
12-Enero-2008
GABINO IGLESIAS
PERIODISTA Y ESCRITOR
Demonología y política
Quiero hacerme cargo de que, entre la cantaleta infinita de Paseo Caribe, la desafortunada pérdida (aún estoy llorando) de la perrita de Paulina Rubio y las tres infructuosas horas que sacrificó nuestra nueva Miss Puerto Rico Universe en pos de que en este país se haga justicia donde de verdad importa, no pasen desapercibidas las declaraciones del alcalde de Lajas, Marcos “Turín” Irrizary.
El genial líder de turno está tan preocupado por la recién descubierta práctica de satanismo en su municipio que ha puesto las oficinas de su administración al servicio inmediato de las almas perdidas. “Si necesitan ayuda o si el municipio les puede conseguir un psicólogo o un psiquiatra que los pueda ayudar, que se acerquen y busquen ayuda”.
Si el Diccionario de la Real Academia define la religión como un “conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto”, ¿no es el satanismo otra religión más?
Dado: probablemente no se rige por unas normas de conducta social muy aceptadas, pero algo es algo (y menos tienen los legisladores de este país).
Gracias por la solución, Sr. Alcalde. Además, quisiera agradecerle por dejar tan claro varios puntos neurálgicos: que las creencias que no van de la mano con las suyas hay que curarlas, que los problemas de violencia ligados a las prácticas satánicas son un problema nacional que requiere atención y que es lo mismo un psicólogo que un psiquiatra.
Aunque yo, gracias a Dios, no soy creyente, cada vez tengo más fe en la Puertorriqueñísima Trinidad: la Sabiduría Infinita de nuestros líderes políticos, el Poder Inmenso del faranduleo ridículo y la Omnisapiencia de ARPE.
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