sábado, 10 de marzo de 2007
A veces recuerdo Nueva York
Sube el tufo a rutina desde el suelo y repta por mis fosas nasales hasta clavar sus tentáculos en mi cerebro. Alarga un apéndice frío que llega a mi centro como la nariz de un proboscidio mutante y asesino. Comienzo a sufrir de un estado crítico estomacomental. Cuando empiezan a presentarse los primeros síntomas de las convulsiones saco una jeringuilla llena de aceras grises y me la clavo en el brazo sin pensarlo. Un recuerdo de Nueva York me llena de calorcito y van retrocediendo las garras de la costumbre ante el poder del aliento blanco de la ciudad que escapa por las bocas del metro. Me invaden la cabeza unas escaleras kubrickianas con surreales espejos en el techo. Escucho una conversación entre ratas. Un barquito imaginario navega un charco negro entre los rieles del metro y sueña con el mar. Recuerdo soledades de aluminio a las que se aferran los zombies del vagón sin tocarse. Una calle me llama. Un comediante enano que habla en el sótano de una calle sin nombre me arranca la última sonrisa que me quedaba en el sistema. Entro en la nota azul y unos rizos vestidos de mujer me cantan cómo veían llover la otra tarde y unas gafas negras con trompeta me disparan signos de interrogación. Vuelvo al hotel atando los sueños rotos que me agobian a los postes antes de caminar por los pasillos que mataron el tiempo. Siento la sangre eléctrica de la ciudad fluyendo en su eterno vaivén mágico bajo mis pies y abro los ojos. La realidad regresa como una zambullida en el Ártico y bostezo. Reviso la cajita y veo que me quedan unos cuantos recuerdos de Nueva York en el fondo y sonrío. Mañana es otro día.
Algo de New York vive en ti. En tu manera de soñar y en tu manera de mentir.
ResponderEliminarNo solo regresaras a sus inmensas avenidas, a su blues, a su gris, a su olor, sus venas vueltas aparatos de metal hediond, sino que lo harás con alguien que siente la ciudad tanto como tu: Gitano/citadino/jíbaro/galego/cosmopolita....