domingo, 22 de enero de 2012

Un final repetido

Hoy encontré un cuento viejo, de los últimos que escribí en español cuando aún soñaba con publicar ficción en mi lengua materna todos los días. El cuento se titula "El Mensajero" y me lo reservo para una tarde lluviosa. Sin embargo, su final me parece tan acertado y real hoy que como cuando se escribió hace unos 7 años:

Abajo queda la ciudad, repleta de juicios inútiles y morales laxas. La lluvia sucia empapa los atrofiados árboles enfermos que libran un pulso perenne con los doblados cables negros del tendido eléctrico. Sigue cayendo la lluvia y largándose la muerte de la ciudad donde el sol y la lluvia pegan por igual a los esclavos asalariados de la banca que a los bebedores de espejismos que bailan en las aceras con los nudillos en el piso. Esta ciudad es infinita en sus derrotas.

domingo, 15 de enero de 2012

Buscapié: Memoria

Vamos a empezar el año con un poco de caña.

15 Enero 2012
Memoria

Gabino Iglesias

Así “cantaba” Daddy Yankee en su canción “Flow Gansteril”: “Si alguien le falta el respeto a mi nena, le bajo con calor con mi peine 30”.

“La noche está buena pa’ formar un tiroteo, pa’ llevarnos a cualquiera que ande en busca de fantasmeo. ’Ta buena la champaña, el blin-blineo, el pistoleo. Guarden los fuletes a lo que vamos pa’l perreo”. Esa poesía pertenece a la canción “La noche está buena”, la que el Yankee compartía con el hoy archifamoso Don Omar. ¿Llega con dos ejemplos o necesitan más?

Hoy el discurso es otro y Yankee sale en la prensa hablando de su preocupación por el crimen en Puerto Rico.

Bah. El cuento ya me lo sé: Yankee creció, aprendió y maduró. Esa mezcla de “pop”, bachata y música electrónica que es ahora el reguetón ya no habla de eso. Mentira, quedan un sinnúmero de “cantantes” que practican el trillado discurso de los kilos y la “jalaera” de gatillo, pero nadie se acuerda. Sin embargo, los grandes que una vez glorificaron el estilo de vida que lleva a una muerte de balas y cuneta, ahora se lavan las manos y no se acuerdan. ¿Soy el único que recuerda que Yankee empezó su carrera con nombre de rifle?

Un país de memoria corta está condenado a revolcarse siempre en la misma pocilga. Cuando un hombre habla de asesinatos y de activar a Covadonga es malo. Sin embargo, si el mismo sujeto junta palabras bonitas y convence a la masa de que el sueño de Bolívar aún es posible, el Ateneo no se acuerda de lo primero y le otorga una medalla.

Memoria corta. Por eso la hija de un tipo que está preso por ladrón se convierte en “socialité”. Por eso celebramos la fama y olvidamos los discursos. Por eso siguen en el poder los mismos energúmenos. Por eso Carlos Molina no recuerda ni una sola clase de gramática. Por eso no se acuerda de nada Manny Manuel. Por eso nos hundimos.

Por desgracia, nadie se acuerda de cómo nadar.

n El autor es estudiante doctoral.

Pueden ver el original aquí.