miércoles, 12 de marzo de 2008

Siete pecados "nuevos"

Jamás digo jamás, pero jamás he pretendido guardar en secreto el hecho de que, ante la presión social de contestar a preguntas clásicas y malintencionadas, soy una batería AAA: ácrata, ateo y anarquista. Pero ahora resulta que, ante la práctica común de presentar nuevas versiones, productos mejorados y últimos gritos, o alaridos estridentes, de lo que sea, la Iglesias ha decidio no quedarse atrás y nos ha regalado siete nuevos pecados. Repasemos. Lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia eran los siete originales que dictó el Papa Gregorio I hace 1,500 años. Claro está, estos han pasado a ser parte integral de un domingo en familia, una reunión de carácter religioso (¿quién más enfermo y comelón que un cura?), una película cualquiera, son la base de las comunicaciones y la hegemonía publicitaria y han sido deconstruidos por Fernando Savater y algunos escritores más hasta la saciedad. No hace falta aclarar que su adaptabilidad era nula y que su evolución ya tocaba: hacía falta una revolución. Obvio, en el plano de las nuevas administraciones ya habían cumplido con la puesta en escena de un nazi como nuevo Papa; ahora le tocaba un retoque de pintura a los pecados.
A continuación los siete nuevos y relucientes pecados recién salidos de la intrincada y enferma cabeza del loco religioso de turno y la breve deconstrucción inquisitiva de este humilde servidor:
1- No realizarás manipulaciones genéticas: dirigido a todos aquellos que tengan un laboratorio genético en la marquesina de su casa.
2- No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones: terminantemente prohibido el avance ciéntífico que entra en debates éticos y morales, encontrar la manera de durar más, la cura del cáncer y la vacuna del sida. Me intriga qué dirán las farmacéuticas al respecto.
3- No contaminarás el medio ambiente: coño, por lo menos uno de los siete tenía que tener sentido y utilidad.
4- No provocarás injusticia social: este, necesito que alguien me lo explique. Supongo que significa que en el Vaticano son socialistas, aunque sus acciones previas no denotan afiliación a ese ideal político en absoluto.
5- No causarás pobreza: pido perdón por los niños con hambre, la gente sin zapatos, el desastre que hay en África y la miseria del mundo. También pido perdón por que los hijos de puta de las multinacionales no reparten el bizcocho. Deduzco que está de mi mano causar la pobreza, lo que pasa es que nunca me había dado cuenta.
6- No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común: todas esas criaturas que se mueren de hambre, los que pasan frío en la calle y los que trabajan como burros para poder poner un pedazo de pan duro sobre la mesa nunca pecarán de esto. Del mismo modo, ni la Coca-Cola, ni la Nike, ni la Microsoft tiene una décima parte del amasijo impensable de billetes que tiene los del Vaticano. Si hay una empresa rica en el mundo, esa es la Iglesia Católica. Esto si que manda cojones, han redefinido el predicar la moral en calzoncillos, los pobres muertos de hambre con voto de pobreza.
7- No consumirás drogas: con este axioma queda anulada de una vez y por todas la incómoda estupidez esa del libre albedrío. No te peines de cierta forma, cuida tu cuerpo de la manera en que te aconseja la Iglesia, no bebas, no fumes, no entrenes, no mires televisión, escucha sólo música religiosa, no te rasques los pies en la cama, no te tatúes, no mires mal al vecino (lo de mirar bien a la mujer del vecino ya estaba cubierto) y nada de usar drogas (en toda su multiplicidad de versiones, colores, sabores y formas, legales e ilegales, de consecución).
Ahí están, que genios son y que Dios nos coja confesados.

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